jueves, 2 de abril de 2009

A petición de mi valiente amiga Felivia...




Una experiencia londinense
Ya acabó marzo, un mes en el que he podido disfrutar de un maravilloso viaje en compañía de mis amigas. Una tarde, en un bar irlandés, Ana y yo nos dijimos y por qué no y decidimos poner en marcha un viaje hacia London. En cuanto se lo comunicamos a Cris y Leti, éstas decidieron sin dudar unirse, y el destino quiso que también conociéramos a otra aventurera, la compañera de prácticas de Ana, se llama Manuela.

Decidirnos por un hotel creo que fue la tarea más difícil, cosa que hicimos apenas una semana antes, aunque la opción no podía ser mejor; un hotelito, el Carlton, situado en King Cross. Era encantador y además bien comunicado y en un barrio con propia vida. No olvidaré nunca la primera foto que nos hicimos, frente a la estación, con el viento en nuestra contra, ni la iglesia china que se veía por nuestra ventana, ni el cachito que vimos del Hyde, ni a Endera luchando contra las palomas, ni esos sándwiches de nuestro indio, ni las conversaciones con Cris antes de dormir, ni el paseíllo en toalla que me marqué por los pasillos del hotel, ni el rubio del que me pseudo enamoré en el 101, ni las veinte mil veces que cogimos el metro, ni la marea verde de irlandeses que inundó la Trafalgar Square, ni la noche que pasamos en el Walk About, ni a Charlie, ni los paseos por el Cándem y Portobello, ni el escalón de Notting Hill en el que almorzamos, ni la experiencia de guerra que tuvimos en el Imperial War, ni la National, ni la media Grecia que hay en el British, ni las idas y venidas entre las dos habitaciones...y tantas muchas otras cosas que en ocasiones me vienen a la mente en cualquier momento del día y que hace que me entre morriña ...estoy segura de que habrá otros viajes, pero ahora que acaba este mes me pongo nostálgica...pero cuando miro esta foto me vuelvo a poner contenta y doy gracias por lo que he vivido :)

miércoles, 25 de febrero de 2009

Continuar con la vida


La semana pasada, mientras echaba un vistazo a un suplemento de un periódico, me encontré con una imagen que hizo que se me saltaran las lágrimas. Eran los restos de lo que había sido un feto humano; una manita, un brazo, una pierna. Lo que quedaba de un ser humano. Esa misma noche soñé que tenía una preciosa niña que corría feliz por un pequeño jardín que tenía en mi onírica casa.

Supongo que para cualquier mujer el aborto supone un antes y un después en su vida. Muchas han declarado que no han olvidado el olor de la clínica ni la frialdad con la que las trataron. Parece una herida que nunca cicatriza. Qué color de ojos hubiera tenido, le hubiese gustado los helados, qué palabra habría dicho primero. Todas esas preguntas sin respuesta quedan ancladas eternamente en los corazones heridos de estas mujeres que renuncian al acto más hermoso al que pueden asistir: el de dar vida.

Vivir es duro, y en estos tiempos lo es mucho. Pero es necesario comprender que hay que seguir adelante en cualquier situación difícil que se nos ponga por delante, de la misma manera que hay que entender que todo "proyecto de persona" tiene derecho a desarrollarse como tal. El feto de la imagen que vi podría ser el mejor amigo de tu hijo, el próximo premio Nobel de Medicina, o, simplemente, una niña que quiere reír feliz por un jardín de flores.

sábado, 21 de febrero de 2009

Crimen por castigo


Durante las últimas semanas, mi ciudad -Sevilla- ha estado (y está) conmocionada por la truculenta muerte de una joven llamada Marta; Marta es uno de mis nombres de mujer favoritos (aunque, desgraciadamente, ya siempre me recordará a esta tragedia). Todavía una no puede explicarse cómo suceden estos terribles actos que nunca debieron tener lugar. La razón es demasiado profunda y compleja. Un peligroso circo mediático parece que ha aterrizado sobre la habitualmente tranquila capital andaluza, haciendo que sus habitantes asistamos a una representación demasiado real del Otelo de Shakespeare o Crimen y castigo de Dostoievski.

Una chica con cara de niña atraída por el chico oscuro, maltratado por la vida, por ése que un día será su implacable verdugo. En toda cuestión de violencia, los implicados directamente sólo son una pieza más de un puzle gigante. Miguel, el joven de 20 años que acabó con la vida de Marta del Castillo a golpe de un cenicero, según lo contado a la Policía, es un hijo más de esas familias rotas que inducen a sus vástagos en el círculo maligno de los daños físicos y psicológicos. Y qué puede ofrecer una persona que no ha visto más que malos tratos sino esto mismo. No le podemos pedir peras a un olmo, dice un refrán popular. Y es cierto. La desgracia es que quiénes paguen esta frustración sean personas inocentes como Marta, una preciosa chica que tenía toda la vida por delante y a la que Sevilla nunca podrá olvidar.

La moraleja que saco de todo esto es que los padres deberían educar a sus hijos en el ambiente del amor, la confianza y la tranquilidad, pues el sembrador recoge lo que siembra. En esta sociedad tan adelantada lo que hace falta es, además del Nuevo Orden Mundial que nos enseñan en colegios y facultades, una Nueva Ética Mundial basada en el respeto y el cariño.

martes, 10 de febrero de 2009

Gaspard, desequilibrante elemento francés



Nariz afilada, ojos azules y rasgados, pelo liso y castaño, cicatriz marcada por un perro cuando era niño y estilo siempre impecable son su carta de presentación. Tiene tan sólo 24 años y es uno de los actores europeos con más proyección internacional (viene de Francia, donde nació el 25 de noviembre de 1984), aunque parece que eso de cruzar el charco no le interesa demasiado.

Gaspard Ulliel merece una especial atención porque no es sólo otra cara bonita de la gran pantalla. Estudió Cine en la Universidad de Saint Denis, y su primer papel importante fue como Yvan, amante de Emmanuelle Beart en la película Fugitivos, de André Techiné. Posteriormente destacaron sus trabajos en las películas Largo domingo de noviazgo, El último día o Paris je t`aime. Sin embargo, no fue hasta obtener el papel protagonista en la precuela Hannibal, el origen del mal, cuando empezó a ser más conocido. Entre sus últimos proyectos se encuentran el largometraje de suspense Inside Ring, junto a Jean Reno.

Dice que sueño es ser director de cine porque ama el séptimo arte, casi tanto como disfruta de las motos y de la buena comida. Su cara de chico malo, con cierto aire vampírico, contrasta con su educación, saber estar y gusto en el vestir. Exprime cada segundo que pasa como si fuera el último, como sólo saben hacer los nacidos bajo el signo Sagitario, mitad hombres, mitad caballos. Galopa con fuerza hacia el sol y nada ni nadie lo va a parar. Su juventud no es más que otra baza a su favor. Además, un buen día de estos mi amiga Fátima y yo nos plantaremos en la capital francesa dispuestas a realizarle su más sincera entrevista. Gaspard, je t`aime.

viernes, 6 de febrero de 2009

Ryan Gosling, talento oculto



Aunque últimamente anda más ocupado con la música que con el mundo de la interpretación, quiero dedicar este post a mi segundo actor actual favorito, el canadiense Ryan Gosling.

Nacido el 12 de noviembre de 1980 (sí, siento atracción por los hombres Escorpio) en el Londres de Canadá, durante su infancia alternó el colegio -donde fue un niño problemático- con su participación el Club de Mickey Mouse. Allí tuvo como compañeros de plató a Justin Timberlake, Christina Aguilera y Britney Spears. Sin embargo, no fue hasta la llegada de El diario de Noa cuando se convertiría en el ídolo romántico de las adolescentes, con un papel de joven inconformista que lucha por conquistar a la mujer de sus sueños. Además de ganarse a las adolescentes, Ryan comenzó una relación con su compañera de reparto, la guapa y también canadiense Rachel McAdams.

Pero Gosling ya había participado en otra película anteriormente en la que había llamado la atención de la crítica, El creyente, donde interpretaba a un chico de origen judío convertido en neonazi que mantiene una lucha con su fuero interno.

En el 2006 logró ser nominado al Oscar al mejor actor por su magnífica interpretación de un profesor de secundaria adicto al crack. Un año después fue nominado al Globo de Oro por su actuación en Lars y una chica de verdad, una fábula sobre la capacidad que tiene cualquier tipo de amor para la redención de una persona. Realmente, si merecía el primero, más merecía el segundo.

Mientras sale y entra con chicas atractivas de Los Angeles, se muestra cariñoso con su madre, su hermana y su perro George, Ryan tiene también tiene un restaurante marroquí en Beverly Hills, Tagine, y hace poco ha creado una banda indie-gótica con su amigo Zach Shields, Dead Man Bones; ya han lanzado su primer single, In the room where you sleep, que suena bastante bien.

Tiene pendientes de estreno algunos proyectos, como All Good Things. Aunque últimamente parece estar algo olvidado, este rubio nos volverá a sorprender en cualquier momento. Es cuestión de tiempo.

miércoles, 3 de diciembre de 2008

El crepúsculo de los vampiros


El vampiro. Esa criatura oscura que durante tanto tiempo ha fascinado al ser humano. Eternidad, sensualidad, sexualidad. Posee todo aquello que quisiéramos para nosotros. Además, ahora están de moda.

Quizás fue Bram Stoker el que los sacó a la palestra con su obra "Drácula", publicada en 1897, basándose en un personaje histórico, el príncipe de Valaquia Vlad Tepes, apodado "el empalador". Francis Ford Coppola lo rescató en 1992 en una profunda versión del mito, donde el aristócrata fue interpretado por un correctísimo Gary Oldman.

Hoy en día forman parte de esa "cultura dark", de escenarios góticos y letras depresivas de canciones punk. Películas como "Blade" , "La Reina de los condenados" o "Underworld" ayudaron mucho a que su fama renaciera. Pero no ha sido hasta la publicación de la tetralogía inventada por la escritora estadounidense Stephanie Meyer ("Crepúsculo", "Luna nueva", "Eclipse" y "Amanecer"), cuando han alcanzado la categoría de ídolos de adolescentes. La autora ha conseguido superar en ventas a ese otro fenómeno literario llamado Harry Potter. Y el próximo viernes 5 de diciembre se estrenará en nuestro país la primera de las partes de la historia de amor entre Edward, un precioso ejemplar vampírico con cuerpo de diecisiete años y de más de un siglo de existencia, y una joven adolescente algo patosa fascinada con la criatura. Altas dosis de amor, fragilidad e intriga en una revisión del mito dirigida al público joven y no tan joven.

Hasta entonces, los libros más conocidos basados en historias de chupasangres eran los de Anne Rice. Sin embargo, sus páginas no son nada parecidas a las de Meyer; asustan más, hay algo más diabólico en ellas.

Lo que no se le puede negar a Stephanie Meyer es que ha vuelto a otorgar a estos hijos de la noche, a estas criaturas condenadas, el estatus de románticos que se les atribuyó durante el siglo XIX, el respeto que aún se les tiene en las aldeas de Rumanía.

El ser humano siempre se ha sentido fascinado por todo aquello que no puede entender, que le asusta, que admira. El vampiro, el "no-muerto", desde el malvado súcubo hasta el benévolo Benefici, siempre ha permanecido y permanecerá en el imaginario colectivo. Tanto es así que hasta existe la Sociedad Española de Estudios sobre Vampiros. Y tan alta estima le tenemos a estos seres eternos que nos acompañan en la televisión ("True Blood", la nueva "Angel" de la pequeña pantalla), en los libros y en los cines. Y, quién sabe, quizás también en la realidad. No hay que temerlos, pues, como cantan los americanos My Chemical Romance, "A vampire will never hurt you" ("Un vampiro nunca te dañará"). Y los propios humanos, ¿nos dañarán?

martes, 2 de diciembre de 2008

El primer caballero


Aprovechando que mañana, miércoles 3 de diciembre, es el estreno español en dvd de la película 'Postdata: te quiero', y que el próximo día de Año Nuevo se estrenará el largometraje RocknRolla, empezaré la sección de "Los chicos de mi vida" con el protagonista de ambas: el actor escocés Gerard Butler.

Saltó al estrellato mundial al interpretar al valiente rey espertano Leónidas en '300', pero "Gerry", como prefiere ser llamado por esa tropa internacional de fans que tiene, denominadas "tarts" (entre las que me incluyo), lleva once años en el mundillo de la interpretación, carrera que comenzó con 'Mrs. Brown', como Archie Brown. Le siguieron otros pequeños papeles en películas como 'One more kiss' o 'Las flores de Harrison', interpretó a uno de los vampiros más sexies de la historia del cine en 'Drácula 2000', una libre adaptación de la novela de Bram Stoker y un Atila televisivo demasiado apuesto, pero muy correcto.

A medida que fue entrando el nuevo milenio, nuevas oportunidades ('El imperio del fuego', 'Timeline') le fueron llegando a este nativo de Glasgow (13 de noviembre de 1969, puro escorpio), pero en el 2004 una elección en su carrera cambió su destino: interpretar a Eric, el Fantasma de la Ópera, en la nueva versión de la obra homónima del musical de Andrew Lloyd Webber, esta vez dirigida por Joel Schumacher. Butler supo aportar al personaje una sensibilidad, misterio y profundidad que muy pocos hubieran sido capaces de transmitir, quizás porque su vida tampoco ha sido un camino de rosas (abandonó su carrera como abogado por ser actor y superó una adicción a la bebida). Además, se atrevió a cantar cada una de las canciones de la obra de Webber.

Con el papel del fantasma llegó la oportunidad que estaba esperando: demostrar que era más que una cara bonita y una sonrisa amable. A partir de entonces parece que su carrera va viento en popa, adquiriendo una cierta notoriedad, participando en largometrajes como 'Postdata: te quiero', con Hilary Swank, la exitosa adaptación del cómic de Frank Miller '300' o la cinta juvenil 'La isla de Nim', donde interpreta un doble papel, el del científico Jack y el aventurero Alex Rover, junto a Jodie Foster.

El futuro para este buen actor, de casi metro noventa, héroe en la vida real (salvó a un chico de morir ahogado en un lago de Escocia), la más amable de las estrellas, el más enigmático de los escoceses, es mucho más que prometedor. Ha participado en la nueva película de Guy Ritchie, 'RocknRolla', tiene por estrenar la comedia 'The ugly truth', junto a Katherine Heigl, y ha creado su propia productora, Evil Twins, con su socio Alan Siegel. ¿Su primer proyecto? 'Law Abiding Citizen', una cinta relacionada con el mundo de la abogacía, mundo que él bien conoce.

Aunque ahora se relaciona con las grandes estrellas de Hollywood, no olvida nunca a su legión espartana de fans, ni a su madre y su familia, ni sus orígenes. Y, es que, Gerard Butler, el más digno sucesor de Charlton Heston, es sobre todo, una frase: "I`m a bad boy, but with a good heart". Eso es, el chico malo del cine, pero con un corazón y mente de oro.